Brian Peters, co-fundador de Design Lab Workshop, desarrolló los
ladrillos cerámicos 3D-impreso después de participar en un programa de
residencia de seis semanas en el Centro de Trabajo de cerámica europea. Su
investigación se centró en el proceso de creación de “cerámica en la escala de
la arquitectura” (a gran escala), incluyendo el uso de ella para crear
ladrillos entrelazados y apilados (ladrillos de panal).
Su experimento fue imprimir
con una mezcla de barro líquido, normalmente utilizado en moldes, para crear
una serie de ladrillos cerámicos. Los ladrillos se imprimieron a partir de
una receta slipcast (loza líquida); la única modificación necesaria era una cabeza
de extrusión de ratón, una adición fácil para la mayoría de las impresoras.
Estos ladrillos se
fabrican en aproximadamente 15 a 20 minutos y una vez endurecidos se
pueden apilar para crear muros, bóvedas y columnas.
Su idea propone transportar
impresoras 3D portátiles al lugar de construcción donde se van creando los
materiales de construcción sobre la marcha.
Brian Peters, “propone un
nuevo proceso de fabricación arquitectónica en el que las impresoras 3D
domésticas se convierten en baratísimas fábricas portátiles de ladrillos para
construcciones a gran escala”.
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